Tag Archive for: gobierno

¿En qué áreas de la Inteligencia Artificial se debe centrar el gobierno?

El empleo adecuado de Inteligencia Artificial en el gobierno optimiza y dinamiza el funcionamiento del sector público.

El uso de Tecnología Inteligente (TI), en particular de la Tecnología de la Información y la Comunicación (TIC) en el sector público se extiende cada vez más en todo el mundo. Si bien las empresas privadas son las instancias que más utilizan TI de todo tipo, los gobiernos no han dejado de emplearla para optimizar sus servicios.

Refirámonos en particular al tema del uso de Inteligencia Artificial (IA) en el sector público para conocer las distintas formas en que IA interviene y beneficia su operatividad.

KEY INSIGTHS

  • La IA en el sector público mejora los servicios y trámites que el gobierno ofrece a los ciudadanos.
  • Los ejes de uso de IA en el gobierno son: gestión de datos, ciberseguridad y análisis.
  • Por medio de chatbots el sector público puede optimizar significativamente su funcionamiento.

Ejes de funcionamiento de IA en el gobierno

El objetivo de utilizar IA en el sector público es mejorar los servicios, trámites e información que este ofrece a la ciudadanía; según el Massachusetts Institute of Technology son tres los ejes que deben regir la aplicación de IA en los gobiernos: una buena gestión de datos, lo que implica un acopio adecuado de información para su posterior procesamiento; ciberseguridad en el almacenamiento de información, es decir, garantía de que los datos que se obtienen de los ciudadanos y otras instancias no será utilizada con fines ilegales y maliciosos; y funciones de análisis, es decir, empleo de programas de análisis para procesar automáticamente los datos que se acopian.

 

Estas tres vertientes son, según el Massachusetts Institute of Technology las coordenadas por las que un gobierno debe de guiarse a la hora de usar IA, con el fin de robustecer y asegurar los procesos basados en esta tecnología; lo anterior lo podemos resumir como el uso inteligente y seguro de los datos que transitan en los dispositivos de una instancia del sector público, datos que tienen que procesarse de manera eficiente y conservarse de manera segura, ya que es en el universo de la información donde más opera el sector público y donde más puede aportar la IA.

Revisemos ahora algunas de las variantes más importantes de IA (hay más) que más se utilizan en el sector público.

Chat bots

Los chatbots –máquinas automatizadas que emiten información escrita o de audio, o que dialogan e interactúan con usuarios– pueden tener distintos usos en los servicios públicos: ofrecer información sobre ubicación y horarios de oficinas, lugares turísticos, sistemas de transporte, requisitos para efectuar trámites, procedimientos para obtener documentos, comunicación de alertas, traducción de idiomas, esto con chatbots que sólo envían mensajes escritos u orales o que dialogan con los solicitantes de manera sofisticada.

Los chatbots gubernamentales –como sucede en Singapur, Londres y otras ciudades– pueden utilizan chatbots en Facebook para brindar información diversa, como entradas y salidas de autobuses, rutas y mapas de carreteras e información de servicios; de igual modo gobiernos como el de Nueva York usan Watson de IBM para a través de un chatbot contestar preguntas y dudas de los ciudadanos sobre distintos asuntos; por su parte, el gobierno de Dubay lanzó un chatbot para recibir quejas sobre el suministro de agua y luz, que los ciudadanos pueden bajar como una aplicación en Android y Apple, así como usar por medio del asistente Alexa de Amazon.

Big Data Machine Learnig y Analytics

La enorme cantidad de datos tecnológicos que fluyen en los ámbitos de la administración pública y la necesidad de procesarlos de manera adecuada requieren de TI.

Para ello, tecnologías derivadas de la IA como Big Data, Machine Learning y Analytics permiten obtener volúmenes inmensos de datos estructurados o no estructurados (Big Data), detectar patrones y modelos de estos datos a partir de algoritmos creados para, por ejemplo, clasificar a los usuarios, conocer sus necesidades, problemas, peticiones y carencias para brindarles un mejor servicio (Machine Learning).

A la vez, es posible analizar la información obtenida para estar en condiciones de prever tendencias y situaciones futuras relacionadas con la administración púbica, el comportamiento y las necesidades de los ciudadanos y la creación de nuevas estrategias tecnológicas, todo ello para adelantarse a los hechos y elaborar planes y proyectos convenientes que beneficien, optimicen y dinamicen la administración pública (Analitycs).

Subrayemos por último el papel central que debe tener la ciberseguridad en el uso de TI en un sector público que está expuesto particularmente a ser atacado maliciosamente; de ahí que las estrategias de seguridad digital sean una de las prioridades de los gobiernos al utilizar tecnologías innovadoras en particular IA.

 

Artículo Tomado De: https://www.telcel.com/empresas/tendencias/notas/inteligencia-artificial-en-el-gobierno

De Gobierno Abierto a Estado Abierto

Alianza para el Gobierno Abierto (AGA)

Durante el 66o período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones, celebrado en septiembre de 2011, se lanzó a nivel mundial el “Open Government Partnership” (OGP) o “Alianza para el Gobierno Abierto” (AGA) como un esfuerzo global para ampliar la frontera en la mejora del desempeño y de la calidad de los gobiernos. Esta iniciativa fue liderada por los gobiernos de Estados Unidos y Brasil  y hoy cuenta con 75 miembros, 16 de los cuales son de Latinoamérica y el Caribe.

La Alianza para el Gobierno Abierto (AGA) está orientada a propiciar compromisos concretos desde los gobiernos para promover la transparencia, aumentar la participación ciudadana en el debate y en la decisión de los asuntos públicos, combatir la corrupción y aprovechar las nuevas tecnologías para robustecer la gobernanza democrática y la calidad de los servicios públicos. En todos los países adscritos, gobierno y sociedad civil trabajan juntos para desarrollar e implementar reformas ambiciosas en torno al gobierno abierto. La  AGA se propone apoyar tanto a reformadores de gobierno como de sociedad civil para elevar al gobierno abierto a los niveles más altos del discurso político, proveer cobijo a reformas difíciles, y crear una comunidad de práctica de reformadores en la materia a nivel global.

Ahora que la Alianza está establecida, y ha crecido significativamente, su principal objetivo durante los próximos años es asegurar que existan cambios reales en la mayoría de los países que participan y que estos cambios benefician a sus ciudadanas y ciudadanos.

Este manual proporciona información clara sobre los roles y responsabilidades de los actores domésticos, los ciclos del plan de acción, la estructura y los plazos de presentación de informes de IRM, y más.

Para incorporarse a OGP los países deben comprometerse a sostener los principios de un gobierno abierto y transparente al suscribir la Declaración de Gobierno Abierto. Al suscribir esta Declaración, los países se comprometen a “fomentar una cultura de gobierno abierto que empodere y brinde resultados a los ciudadanos, y promueva los ideales del gobierno abierto y participativo del Siglo XXI”.

Esta guía destaca pasos prácticos, mesurables y específicos que los gobiernos pueden y están adoptando teniendo en cuenta un rango de temas transversales y áreas estratégicas

Asumiendo los principios contenidos en las precedentes Cartas Iberoamericanas del CLAD sobre Función Pública (2003), Gobierno Electrónico (2007), Calidad en la Gestión Pública (2008), Participación Ciudadana en la Gestión Pública (2009), y sobre Derechos y Deberes del Ciudadano en Relación con la Administración Pública (2013), así como lo establecido en el Código Iberoamericano de Buen Gobierno (2006), la presente “Carta Iberoamericana de Gobierno Abierto” busca vertebrar los aportes previos de estos documentos estratégicos, y ofrecer una plataforma de base que articule los elementos necesarios para la apertura gubernamental en Iberoamérica, proponiendo un marco de referencia común, no vinculante jurídicamente, para que los gobiernos y Estados de la región puedan adaptar sus pilares, principios, mecanismos y orientaciones al particular contexto institucional y de idiosincrasia propias de cada país.

Principios de Gobierno Abierto

Según la Alianza para el Gobierno Abierto, los principios fundamentales del Gobierno Abierto son los siguientes:

  • Transparencia: La información sobre las decisiones y el quehacer gubernamental deben ser abiertas, completas, oportunas, gratuitas y de fácil acceso para el público. Ello supone que los datos públicos deben cumplir con parámetros y estándares comúnmente reconocidos, tales como estar disponibles en formato brutos, susceptibles de ser procesados, que puedan ser accesibles a través de herramientas tecnológicas y de comunicación, etc.
  • Participación Ciudadana: Los gobiernos deberán buscar que la ciudadanía se interese e involucre en el debate público, proveyendo los canales apropiados (aportando información y espacios de consulta) y mediante contribuciones que conduzcan a una gobernanza más efectiva, innovadora, responsable y que atienda las necesidades de la sociedad.
  • Rendición de cuentas: Supone la existencia de normativas, procedimientos y mecanismos para que los servidores públicos justifiquen sus acciones, reaccionen a requerimientos y/o críticas que se les planteen, y asuman la responsabilidad por sus actos u omisiones, o cuando se apartan de la normativa o de los compromisos asumidos.
  • Innovación y Tecnología: La idea de que los gobiernos han aceptado y hoy se adhieren a constatar la importancia de proveer a la ciudadanía un acceso cada vez más abierto a la nuevas tecnologías, y el relevante rol que ellas tienen en la innovación, así como la importancia de éstas para aumentar la capacidad de los ciudadanos en el uso que de ellas hacen.

ARTÍCULO TOMADO DE: https://biblioguias.cepal.org/EstadoAbierto/AGA

 

El mensaje sobre ciencia en el informe de gobierno es muy pobre; el reto es todavía mayor, opinan científicos

Cuando el presidente habla de corrupción en el Conacyt es para desviar la atención sobre la pandemia, dice Antonio Lazcano.

 

Después del segundo informe de gobierno del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, la reacción del gremio enfocado a Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI) es de desánimo y falta de empatía.

“Estamos perplejos, en un momento en el cual todo el mundo puede apreciar la importancia de la ciencia, en el discurso presidencial las referencias al respecto son bastante magras y frecuentemente poco precisas”, dijo el doctor David Romero, representante de la Red ProCienciaMX en entrevista.

“Se habla de que gracias al combate a la corrupción Conacyt ha podido destinar recursos para el bienestar de México, pero ciertamente los científicos desde siempre se han enfocado en este fin, con resultados; por otro lado, Conacyt todavía tiene que demostrar o demandar los famosos actos de corrupción, en dos años no hemos visto ninguna denuncia, lo cual nos sorprende bastante”.

Al hablar sobre la breve mención del presidente refiriéndose a la ciencia, Romero dijo que los números sobre becas a estudiantes e investigadores, que fueron de 84,599 y 34,447 respectivamente, parecen correctos, pero no así cuando menciona que se destinan alrededor de 19 millones para este rubro, “esta cantidad es la otorgada a Conacyt y esta entidad tiene más funciones que solo dar becas”.

Agregó que también es impreciso decir que el presupuesto es 14% mayor a 2018, pues en términos reales este se ha mantenido, “de hecho hoy nos encontramos en niveles inferiores de presupuesto con respecto a 2012”.

Sobre esta base, el científico asegura que se requiere de un apoyo con más decisión para la investigación que el país requiere en este momento, ya que Conacyt ha tenido una respuesta lenta al inicio de la pandemia, “se han creado algunos proyectos, pero no todos han entrado además se han abandonado otros tantos”. Confirmó que los problemas del sector son muy serios, pues si bien se entregan becas, se está experimentando una inseguridad muy fuerte, “el asunto del COVID-19 ha provocado interrupción en los avances y se están cancelando proyectos”.

Romero concluye que el mensaje desde el Ejecutivo es pobre y orientado a becas como si este fuera el único objetivo de la ciencia, “hay muchas cosas que la ciencia puede hacer por nuestro país y en este momento requiere un apoyo claro y decidido, es la obligación de un gobierno en el siglo XXI, y es impensable que no se incluya a la ciencia y la cultura como elementos primordiales”.

El informe no funciona como mensaje político ni como alternativa

Por su parte, el doctor Antonio Lazcano Araujo, científico mexicano miembro de El Colegio Nacional y diversas academias de ciencias, expuso: “Si uno escuchó y leyó el informe presidencial para la parte referente a la ciencia y tecnología lo que uno ve es que el presidente no únicamente no entiende la ciencia, sino que no le preocupa, si fuera así, hubiera prestado atención a la insatisfacción tan enorme que tiene la comunidad”, dijo. “Es lamentable que se pongan como logros en la versión escrita de este informe, el haber regalado caretas, la ciencia va mucho más allá de eso”, agregó.

Asegura que el enfoque de la política además no es el correcto, “Que el presidente hable de corrupción en su discurso es desviar la atención, hoy el principal problema es la pandemia (… ) El marco de referencia del informe debió ser este problema de salud pública y no tratarnos de convencer de otra cosa, en todo el mundo las políticas sociales y económicas están siendo definidas en función del Covid-19. Si uno quisiera enfrentar el tema de la pandemia la ciencia en particular es de donde va a venir la solución, no de discursos cada vez más huecos”.

El doctor Lazcano advirtió que el mensaje de que vamos saliendo de la pandemia es falso, pues no hay ninguna razón biológica para suponer que el virus ha cambiado o se ha atenuado, tampoco hay un fenómeno espontáneo de inmunidad de rebaño, ni tenemos vacunas. “El hecho de que no se hagan pruebas no quiere decir que la enfermedad haya desaparecido”.

Explica que, por el contrario, la administración actual se ha dedicado a promover una política acusatoria desde el Conacyt, al anunciar una estafa mayor a la estafa maestra por parte de las autoridades pasadas, se acusó a la doctora Julia Tagüeña de disponer de más de 50 millones de pesos, se acusó al Foro Científico y Tecnológico A.C. de ser espurio, pero se le concedieron los amparos, entre otras acusaciones que hasta la fecha no se han comprobado.

 

Artículo Tomado De: https://www.eleconomista.com.mx/arteseideas/El-mensaje-sobre-ciencia-en-el-informe-de-gobierno-es-muy-pobre-el-reto-es-todavia-mayor-opinan-cientificos-20200901-0128.html

Defender al Poder Legislativo

Fuente: Wikimedia

El presidente aprovecha la pandemia para aumentar su poder. La tentación autoritaria es fuerte en un presidente ambicioso que no tiene límites. Sin embargo, los diputados de Morena, entre ellos el polémico Porfirio Muñoz Ledo, no parecen haber caído en la trampa y junto con los partidos de oposición – PRI, PAN, PRD, MC – le han puesto un obstáculo a la intención del mandatario hasta ahora. Lo que vemos es lo siguiente:

1. El desgaste político de MORENA frente al COVID-19.– los diputados y los dirigentes de sus bancadas, pueden observar la amenaza de la pandemia para restarle prestigio y legitimidad a su nuevo partido, además de cargar el costo político de gobernar, por eso han comenzado a actuar por cuenta propia.

  1. Morena: rencillas internas y reacomodo político.– para nadie es desconocida la trifulca política que hay por la dirigencia del partido mayoritario actual en México, lo que ha hecho la pandemia es distraer la política nacional por la política de salud y eso permite que las fuerzas se muevan con mayor “libertad” en torno a sus propios intereses.

3. Se abre el espacio político de la oposición.

Otra de las consecuencias de la pandemia en lo político, es que por fin AMLO ha dejado de ser el protagonista y quien impone la agenda gubernamental. El COVID-19 impone la agenda de los medios, tanto a nivel mundial como nacional; el virus impacta en las noticias financieras, de servicios de salud y por supuesto de intercambio de poder.

Por eso, es que este pequeño resquicio puede ser la oportunidad de que los partidos de oposición, desde sus bancadas en el congreso, recuperen el aliento político y puedan salir adelante.

4. La lucha por el presupuesto abre nuevas aristas, no sólo la propuesta de los gobernadores para un reparto equitativo, sino ahora el control del ejecutivo por medio de un gasto discrecional y sometido a la voluntad presidencial más que a las necesidades reales de la población. Ya vimos cuando el Banco de Mexico inyecto liquides al mercado con 750 mil millones, el presidente reviro y dijo que no era patrimonio suyo sino de todos los mexicanos, bien podríamos decirle lo mismo al presidente.

En suma, esta puede ser una pequeña victoria en solo una batalla de la guerra por venir. Si la pandemia avanza y desborda la economía la iniciativa presidencial será más urgente que nunca o bien, este revés lo puede cambiar a su favor, culpando a la oposición por que le impidió cambiar el presupuesto “a tiempo” para evitar el hundimiento de la economía. Por eso, es tan importante que los partidos de oposición logren un acuerdo en el congreso que permita modificar el presupuesto, garantizando el control constitucional del mismo y a la vez posicionando la discusión pública a su favor.

Espero que lo hagan pronto.

La inteligencia artificial ayudaría a los gobiernos a tomar mejores decisiones

Las simulaciones económicas basadas en IA todavía tienen limitaciones, pero proporcionan una visión transparente y objetiva de las consecuencias económicas de las diferentes políticas fiscales. Esta información podría ayudar a los gobiernos a tomar decisiones asumiendo menos riesgos, uno de los hándicaps que estamos viendo con la crisis del COVID-19.

Como uno de los grandes referentes en Inteligencia Artificial (IA), Salesforce señala que una de las aplicaciones más útiles y ventajosas que ofrece esta tecnología es que permite crear un campo de pruebas virtual disponible para los economistas, donde probar variables mediante simulaciones de laboratorio. Dar a conocer esta aplicación de la IA es el principal objetivo de The AI Economist, un marco de aprendizaje automático que permite realizar simulaciones de escenarios para ver el impacto social de las decisiones políticas y económicas.

El modelo tiene como objetivo un equilibrio óptimo entre igualdad y productividad, en la búsqueda de un escenario beneficioso para todas las partes: empresas, ciudadanos y Estado, y los resultados han sido prometedores hasta ahora. En las simulaciones, The AI Economist logra ganancias del 16% en comparación con el siguiente mejor modelo, y también mejora la igualdad en un 47% en comparación con el mercado libre, con sólo un descenso del 11% de productividad.

The AI Economist también es eficaz en las simulaciones con participantes humanos, logrando compensaciones competitivas de igualdad-productividad y un promedio de bienestar social ponderado por ingresos significativamente más alto. En este sentido, estos resultados sugieren que los futuros modelos fiscales impulsados por la IA podrían mejorar con éxito los resultados sociales de la misma manera que en este escenario virtual en el mundo real.

La visión de Salesforce para AI Economist es permitir un estudio objetivo del impacto de las políticas económicas en las economías del mundo real, a un nivel de complejidad que la investigación económica tradicional no puede abordar fácilmente.

Las simulaciones económicas basadas en IA todavía tienen limitaciones. Todavía no modelan los factores de comportamiento humano y las interacciones entre las personas, y consideran una economía relativamente pequeña. Sin embargo, este tipo de simulaciones proporcionan una visión transparente y objetiva de las consecuencias económicas de las diferentes políticas fiscales. Las simulaciones futuras podrían mejorar la fidelidad de los agentes económicos utilizando datos del mundo real, mientras que los avances tecnológicos y la ingeniería en gran escala podrían aumentar el alcance de las simulaciones económicas.

“Este tipo de investigaciones tiene un gran potencial para aumentar la igualdad y la productividad en el mundo real, ayudando a promover economías más justas. Esperamos que The AI Economist pueda fomentar la transparencia y el debate abierto y basado en hechos sobre la aplicación del aprendizaje automático a la toma de decisiones económicas”, afirma Richard Socher director de Salesforce Research. “Nuestra esperanza es que los futuros modelos económicos de IA puedan aumentar de manera sólida y transparente la elaboración de políticas económicas en el mundo real y, al hacerlo, mejorar el bienestar social”.

 

Artículo Tomado De: https://www.itreseller.es/al-dia/2020/05/la-inteligencia-artificial-ayudaria-a-los-gobiernos-a-tomar-mejores-decisiones

El Ciudadano Público

Una característica inequívoca de la actualidad en la que transita el mundo globalizado, es la velocidad que se ha adquirido a raíz de las innovaciones tecnológicas, sobre todo en la tecnologías de la información y comunicaciones. Hoy en día, el dinero y la información se mueven en tiempo real. Economías enteras se desbaratan y reconstruyen en cuestión de horas. Citando a Arturo Núñez: “Tenemos una economía globalizada pero no tenemos un gobierno globalizado.”

Ante este reto, hay que reconocer que la clase informática del mundo ha sido reacia a inmiscuirse en la vida del Estado. Este es un problema sistémico ya que incluso los ciudadanos equivocadamente se sienten ajenos a los políticos cuando es la misma ciudadanía la que los ha elegido. La clase política y la clase informática son clusters de ciudadanos integrados con un propósito en sí, como lo es la clase trabajadora o incluso la burocracia. Por supuesto que es evidente que hay buenos y malos trabajadores, al igual que buenos y malos políticos. Sin embargo, el mundo globalizado y el estado no globalizado cada día nos obliga más a crear una clase híbrida político-informática.

Según Weber, clase social se define como aquel grupo que comparte una idéntica situación con respecto a la provisión de bienes, posición y destino personal. Partiendo de esto podemos entender a los miembros del servicio público como una clase en sí; una clase, que desde Marx y Popper, no ha tenido una actualización en cuanto a la división del trabajo. La base de esta división es la afirmación: El servidor público atiende al público desde donde puede atenderlo.

La afirmación anterior, aunque válida, es cada día más caduca ante la realidad y el vértigo en el que vivimos. Los Gobiernos, a nivel mundial, empujan hacia una descentralización y desconcentración de la administración pública. Además, la transparencia, rendición de cuentas y mecanismos de eficiencia y ahorro del gasto público son el tema de boga entre la clase política.

Por todo lo anterior, el teletrabajo, con sus diferentes acepciones constituye una nueva visión del trabajo. Un cambio de paradigma donde el servicio público puede presentar resultados como la eficiencia, el servicio orientado a resultados, la conciliación de la vida familiar y laboral, la salud y el bienestar, la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y la eficiencia de la movilidad en las grandes urbes (porque evita el desplazamiento de miles de burócratas), la generación de equipos de trabajo más amplios y potentes sin barreras geográficas, y el desarrollo sostenible de un, ahora sí, gobierno globalizado. De todas las ventajas expuestas, la más noble sin lugar a dudas, es que hace posible la integración al servicio público de grupos vulnerables como las personas con discapacidad.

Ante todas estas ventajas habría que preguntarse: ¿Por qué no es el teletrabajo una práctica común en la administración pública? Las principales razones son: que se desconocen los procesos para la implantación del mismo; que la resistencia al cambio es un factor determinante; que el desarrollo tecnológico es obsoleto; que la comunicación interna y externa es deficiente, y finalmente, que la legislación no permite transitar hacia un gobierno sin papel.

El establecimiento de procesos claros definirían un modelo de teletrabajo específico que podría resolver la resistencia al cambio, considerando en primer lugar los tipos de puestos y perfiles. Un análisis necesario para implantar de forma realista, los escenarios en los cuales el trabajo se puede llevar a cabo, las horas ideales, la preparación del entorno y los recursos necesarios para el mismo.

El desarrollo tecnológico de un gobierno, y me permito agregar de una localidad, es también un factor necesario. Una conexión a internet adecuada, así como las herramientas disponibles, y los modelos apropiados de implementación tecnológica y soporte técnico preparado, son los pilares que sostienen el modelo de teletrabajo.

Aunado a esto, desarrollar una estrategia de comunicación interna y externa refuerza la actuación de los tele-servidores públicos. Esta estrategia debe involucrar el compartir de manera adecuada y clara las mejores prácticas puestas en marcha y la retroalimentación sobre el impacto del programa. Con esto se establecería un marco conceptual sobre el cuál se construyan esquemas de calidad y mejora continua.

Finalmente, la legislación que permita el uso de la firma electrónica y de la documentación digital con plena validez jurídica y considerando principios como el no repudio, son el eje central de las características de arranque de este modelo.

La modernización del gobierno y su inmersión completa en el mundo globalizado no solamente obedece a la implantación de nuevas tecnologías o innovaciones, sino al marco conceptual adecuado con que se le dé tratamiento, y el correcto manejo del medio que permita el actuar ciudadano con el gobierno: la política. Es aquí donde la clase híbrida político-informática adquiere una importancia vital equiparable al sacerdocio y la clase trabajadora en la edad media y la revolución industrial respectivamente.

Para concluir, debo reconocer que no he abordado un tema sensible para México como es la corrupción y lo que podría suponer instaurar el teletrabajo para este problema tan añejo. Sin embargo, soy un convencido que a medida que nos convirtamos en idealistas y nos alejemos emocionalmente del crudo realismo que vivimos, será como lograremos establecer un cambio en nuestro gobierno. Eso sí, idealismo que considere siempre los controles adecuados para la actuación del servidor público.

Imaginemos un gobierno que trabaja desde casa, un gobierno que trabaja desde el santuario nuclear del ciudadano. Ahora, imaginemos las repercusiones que esto tendría en la forma en que se perciben mutuamente el gobierno y la ciudadanía. La línea que los separaría sería prácticamente invisible, lo que al largo plazo provocaría ciudadanos más participativos y gobiernos más ciudadanos.

Artículo publicado en: http://www.u-gob.com/ en el 2017

Un marco legal para TICs

En la historia de la humanidad siempre se han nombrado los periodos o épocas con base en las técnicas que se empleaban en las mismas. Es por eso que no es algo nuevo establecer que estamos en la era de las tecnologías de la información y las comunicaciones. Las TICs están afectando muy profundamente la forma e incluso el contenido de las relaciones de los seres humanos entre sí y de las sociedades en que se integran. Por lo tanto, una Administración a la altura delos tiempos en que actúa tiene que acompañar y promover en beneficio de los ciudadanos el uso de las TICs. La ciudadanía ha de ser la primera y principal beneficiaria del salto, impensable hace sólo unas décadas, que se ha producido en el campo de la tecnología de la información y las comunicaciones. Al servicio del ciudadano, la Administración queda obligada a transformarse en una administración electrónica regida por los principios de eficacia, eficiencia, austeridad y responsabilidad.

Por lo anterior, las Administraciones deben comprometerse con su época y ofrecer a sus ciudadanos las ventajas y posibilidades que la sociedad de la información tiene, asumiendo su responsabilidad de contribuir a hacer realidad la sociedad de la información. Sin embargo, esto depende de la confianza y seguridad que genere en los ciudadanos y depende también de los servicios que ofrezca. Además de esto, se tiene que tomar en cuenta el reto que impone la barrera que levanta el tiempo y el espacio: el tiempo que hay que dedicar a la relación con el Gobierno para la realización de muchos trámites de la vida diaria que empiezan muchas veces por la necesidad de una primera información que exige un desplazamiento inicial, más los sucesivos desplazamientos y tiempo que se dedican a posteriores trámites en Gobierno para las actividades más elementales.

Las tecnologías de la información y las comunicaciones hacen posible acercar el Gobierno hasta la sala de estar de los ciudadanos o hasta las oficinas y despachos de las empresas y profesionales. Les permiten relacionarse con ella sin colas ni esperas. E incluso recibir servicios e informaciones ajenos a actividades de intervención administrativa o autorización. Esas condiciones permiten también a los ciudadanos ver a al Gobierno como una entidad a su servicio y no como una burocracia pesada que empieza por exigir, siempre y para empezar, el sacrificio del tiempo y del desplazamiento que impone el espacio que separa el domicilio de los ciudadanos y empresas de las oficinas públicas. Pero, además de eso, las nuevas tecnologías de la información facilitan, sobre todo, el acceso a los servicios públicos a aquellas personas que antes tenían grandes dificultades para llegar a las oficinas públicas, por motivos de localización geográfica, de condiciones físicas de movilidad u otros condicionantes, y que ahora se pueden superar por el empleo de las nuevas tecnologías.

Aquí es donde el servicio al ciudadano debe consagrar su derecho a comunicarse con el Gobierno por medios electrónicos. La contrapartida de ese derecho es la obligación del mismo Gobierno de dotarse de los medios y sistemas electrónicos para que ese derecho pueda ejercerse. Es decir, se debe pasar de un marco legal inexistente a reconocer el derecho de los ciudadanos a establecer relaciones a través de la TICs con el Gobierno. Asimismo es menester consagrar la obligación correlativa de las administraciones públicas de proteger y cumplir lo necesario para garantizar este derecho. El reconocimiento de tal derecho y su correspondiente obligación se deben de elegir como el eje central de un marco legal adecuado para el uso de la TICs en la relación Gobierno-Ciudadano.

Así, por ejemplo, tal marco legal se debe de hacer efectivo de modo real mediante la imposición, al menos en el ámbito de la Administración Pública y en los términos de la ley, de la obligación de poner a disposición de ciudadanos y empresas al menos un punto de acceso general a través del cual los usuarios puedan, de forma sencilla, acceder a la información y servicios de su competencia; presentar solicitudes y recursos; realizar el trámite de audiencia cuando proceda; efectuar pagos o acceder a las notificaciones y comunicaciones que les remitan.

Por otra parte, los interesados en un procedimiento tienen derecho de acceso al mismo y ver los documentos. Lo mismo debe suceder, como mínimo, en un expediente iniciado electrónicamente o tramitado de esta forma. Dicho expediente debe poder permitir el acceso en línea a los interesados para verificar la situación del expediente, sin mengua de todas las garantías de la privacidad.

En todo caso, la progresiva utilización de TICs, derivada del reconocimiento del derecho a comunicarse electrónicamente con el Gobierno, suscita la cuestión no ya de la adaptación de ésta -recursos humanos y materiales- a una nueva forma de relacionarse con los ciudadanos, sino también la cuestión de la manera de adaptar sus formas de actuación y tramitación de los expedientes y en general adaptar los procedimientos a la nueva realidad que imponen las nuevas tecnologías. Todo esto permite oportunidades de mejora (eficiencia y reducción de costos) en un Gobierno Municipal, Estatal o Federal.

De igual manera es necesario regular la validez de los documentos y sus copias y la forma de que el documento electrónico opere con plena validez en modo convencional y, en su caso, la forma en que los documentos convencionales se transformen en documentos electrónicos.

Todas estas premisas deben regularse, estipularse y establecerse en un conjunto de leyes que acompañen a la modernidad que vivimos hoy. La regulación debe ser un esfuerzo innovador que fomente el uso de las TICs y que no necesariamente funcione como una camisa de fuerza para establecer criterios de premio-castigo; sino al contrario, establecer los derechos que hagan que la misma ciudadanía a su ritmo y de acuerdo a sus necesidades, sea la que exija el aumento en el uso de las Tecnologías de la Información y Comunicaciones.

 

Artículo publicado en 2015.

Tag Archive for: gobierno